Como fotógrafo de viajes, siempre busco nuevas formas de capturar la belleza de los lugares que visito. Decidí tomar el tren de Barcelona a París porque me encanta disfrutar del trayecto y no solo del destino. Desde el primer momento, supe que había tomado la mejor decisión. Escogí un asiento junto a la ventana y me preparé para documentar el viaje. A medida que avanzábamos, el paisaje era simplemente espectacular: vastos viñedos, montañas majestuosas y pequeños pueblos con encanto, cada uno con su propia historia. Poder observar todo esto sin prisas ni interrupciones fue una experiencia increíble. Además, el vagón restaurante tenía opciones de comida deliciosas, lo que hizo el viaje aún más placentero. Aproveché el WiFi a bordo para compartir fotos en tiempo real con mis seguidores y trabajar en algunas ediciones. A diferencia de un vuelo, donde apenas puedes moverte, aquí tenía total libertad para estirarme, caminar y hasta conversar con otros pasajeros que también estaban disfrutando del viaje. Cuando llegamos a París, estaba totalmente relajado y lleno de nuevas ideas para mis próximos proyectos. Para mí, el tren no es solo un medio de transporte, sino una parte esencial de la aventura. Si eres amante de los paisajes y disfrutas del viaje tanto como del destino, no hay mejor opción que esta ruta en tren.